
Damos por hecho tantas cosas que a veces duele.
Valora cada uno de los amaneceres, valora el canto de los pájaros, un paseo agradable o una conversación mirando a los ojos.
Valora los pequeños detalles del día a día, los regalos que la vida te da y agradécelo.
Pon ahí el foco de atención y no en lo que te falta.
Vive. Agradece. Disfruta.